La obesidad y el sobrepeso son dos problemas de salud muy comunes en la actualidad. Por ello, es recomendable llevar una dieta sana y equilibrada donde el número de calorías ingeridas sean las necesarias para nuestro organismo.

A la hora de establecer una dieta, es necesario conocer el ritmo de vida y el ejercicio físico realizado por una persona, incluyendo en su alimentación grasas que le aporten la energía necesaria para su día a día.

En el caso del aceite de oliva virgen extra, el aceite es una grasa compuesta principalmente por tres ácidos: ácido oleico, ácido linoleico y ácido palmítico. Las cantidades que podemos encontrar de cada uno de ellos en cada aceite, dependerá de la variedad de aceituna con la que se haya elaborado.

El ácido oleico es un graso monoinsaturado del grupo Omega-9 beneficioso para la salud, en especial para el sistema cardiovascular.

El ácido linoleico es un graso poliinsaturado del grupo Omega-6 beneficioso también para la salud al tratarse también de una grasa insaturada.

El ácido palmítico, por el contrario, el un ácido graso saturado (eleva los valores del colesterol LDL «malo») que también se encuentra en el aceite de oliva pero en proporciones mínimas.

La composición de estos ácidos grasos, hace que numerosos estudios confirmen que el aceite de oliva es una grasa saludable que podemos tomar aunque aporte sus calorías.

Concretamente, aporta 900kcal. por cada 100g. de aceite. Por ello, como cualquier otro alimento, si abusamos de su consumo, engorda. Es decir, hay que tomarlo con medida sin abusar de él.

Lo recomedable es tomar unos 40ml. de aceite de oliva virgen extra al día, y si es variedad arbequina aún mejor debido a los beneficios que aporta esta variedad.

Y si ya elegimos Hacienda Ortigosa, este aceite le aportará a nuestra dieta un sabor único.