El Trujal Hacienda Ortigosa, afincado en Viana (Navarra), se fundó en el año 2005 y tiene una producción anual de 300.000 litros de aceite monovarietal, de la variedad arbequina y capacidad de almacenaje de 1.200.000 litros.

En la búsqueda de la perfección para conseguir un fruto exquisito, conjugamos tres factores fundamentales: hombre, naturaleza y tecnología.

La naturaleza comparte su riqueza. Un suelo y un clima propicio para el olivar.

Lo mejor de las técnicas ancestrales se une con las últimas tecnologías para garantizar el sabor inconfundible de nuestros aceites.

Las propiedades organolépticas del aceite arbequina lo cualifican tanto para su consumo en crudo, como en guisos y frituras.

El origen de nuestro aceite virgen extra Hacienda Ortigosa, se encuentra en los campos de olivos cuidados por expertos olivareros que apuntan su buen hacer de generaciones, para la recogida de la olivas en el momento óptimo de maduración.

Afrutado, de oliva fresca, verde cuando proviene de una cosecha primeriza, de color verde-amarillento, denso, con “cuerpo”, con aroma limpio de hierba y hoja. A medida que la oliva madura, el aceite va transformando su color a un tono más amarillento, con el sabor algo más suave y más dulce.

El aceite de la variedad arbequina es muy similar al de otras variedades que se producen en regiones ribereñas del Mediterráneo.

Su sabor, como su aroma, son inconfundibles.
Un aceite para amantes de sabores exóticos y sensoriales. Tiene sabor almendrado, muy dulce y agradable, sin dejar amargor ni picor. Su aroma recuerda a frutas silvestres y frutos de huerto.